Una de las causas más comunes de efectos secundarios en pacientes que consumen cannabis es la deshidratación.

Aumentar la ingesta de agua suele ser la forma menos costosa y más eficaz de mejorar la salud y mitigar los efectos secundarios del cannabis. Si bien no existe una cantidad fija de agua que sea apropiada para todos, a la mayoría de las personas les va bien con 2 a 4 litros diarios.

Si bien el cannabis puede ayudar a los pacientes a "pasar la página" sobre las emociones estancadas y los patrones de pensamiento limitantes, también puede amplificar estos estados incómodos. Los pacientes a menudo no sabrán qué resultado esperar y la intensificación de emociones o pensamientos incómodos puede ser angustiante.

Antes de administrar cannabis, tómate de 1 a 5 minutos para observar y evaluar tu estado interior actual, observa tu cuerpo, respiración y estado de ánimo. Sé intencional. Convierte tu consumo de cannabis en un ritual. Dirige tu poder de pensamiento hacia lo que esperas obtener de esta experiencia.

Tomarte el tiempo para la introspección previa al cannabis te empoderará para participar en tu respuesta al cannabis y aumentará la probabilidad de "pasar página" si eso es lo que se necesita.

Además, el cannabis puede estimular la neuroplasticidad, el proceso de creación de nuevas conexiones neuronales que está involucrado en el aprendizaje y la adopción, a veces inconsciente, de nuevos patrones de pensamiento y comportamiento.

Se recomienda que los pacientes que tienen problemas con el aumento del apetito después de consumir cannabis, que mantengan bocadillos saludables disponibles y usen la experiencia sensorial mejorada del cannabis para saborear su comida: mastica cada bocado completamente y presta mucha atención al sabor y la textura, como si fueras un conocedor de la comida.